¿Qué es un serum?
También conocido como suero facial, se caracteriza por la alta concentración de sus ingredientes activos y por tener una consistencia más ligera que una crema y es importante señalar que no la sustituye dentro de la rutina de cuidado facial.
Razones para usar un serum
- Su textura ligera penetra con mayor facilidad.
- Su alta concentración de ingredientes permite multiplicar resultados.
- Mejora la apariencia de la piel.
- Alcanza capas más profundas de la piel, donde la crema facial no llega.
- Deja tras su uso una piel suave y aterciopelada.
- Su acción específica, complementa y potencia la de otros productos de cuidado facial como las cremas de día y de noche.
- Ayudan a que la piel se vea más joven, vital, radiante y luminosa.
- Aportan un extra de hidratación.
Cada serum tiene funciones específicas como prevenir signos de envejecimiento o ayudar en el desvanecimiento de manchas. Las opciones son variadas, todo dependerá de la necesidad de cada piel.
¿Cómo utilizar un serum?
No por usar una mayor cantidad de producto, los resultados serán mejores, sino todo lo contrario. Un exceso de producto va a saturar la piel y a dificultar la absorción y eficacia del serum. La recomendación es aplicar el serum con la piel completamente limpia y antes del resto de productos de cuidado facial, como detallamos a continuación:
- Aplicar 5 gotas distribuidas sobre el rostro: frente, nariz, mejillas y barbilla.
- Distribuir de modo suave con las yemas de los dedos, desde el interior hasta el exterior del rostro.
- Una vez que se absorba bien, aplicar la crema humectante.
Lo ideal es aplicarlo dos veces al día, por la mañana y por la noche, pero si únicamente prefieres aplicarlo una sola vez, mejor hacerlo por las noches cuando tu piel se encuentra más relajada y podrás ver que despiertas con una piel más sana y fresca.
En realidad, el serum se puede usar en todo tipo de pieles, para el caso de las pieles deshidratadas, les va a aportar la hidratación extra y profunda que la piel necesita, y va a hidratar pieles grasas sin saturarlas, gracias a su textura ligera.
A pesar de que el serum aún no se posiciona como uno de los productos que se consideran como básicos dentro de la rutina de cuidado facial como si lo pueden ser la crema o el jabón facial, podemos asegurar que es un gran aliado para mejorar el aspecto y salud de la piel.